La inquietud, me nació hace ya
algún tiempo en un Webinar con el prestigioso Master Coach Fernando
Celis cuando una de las participantes preguntó, si se podía coachar a los hijos
o a los familiares. Muchos decían que no era recomendable, algunos que no era
eficiente y en medio de la discusión mi micrófono dejó de funcionar y no pude
opinar lo que pensaba, por lo de que ahora,
no solo voy a contarles lo que para ese momento podía pensar, sino también
lo que pienso ahora, con algunas situaciones
y experiencias nuevas que han surgido en mi mundo Coach.
Aquí no se trata de decir voy a
coachar a mi hijo, o voy a coachar a mi hermano, aquí se trata del ejemplo, del
comportamiento, de la actitud, del impulso de la emoción asumida como vida, de
las conversaciones y reflexiones que se
puedan establecer cuando afrontamos un
problema, pero sobre todo del amor familiar que es la fuente de todo bien y
toda técnica Coach.
Nosotros como Coach, al igual que
las demás personas tenemos que sortear,
situaciones que nos afectan y dependerá de nosotros mismos como asumirlo y es allí,
donde nuestro ejemplo habla más que mil palabras y enseña más a nuestros hijos, que si tomáramos toda una tarde para darles una charla coach a
nuestros familiares. Es allí donde está la clave y lo entendí un día cualquiera cuando
en una situación que para mí era difícil y casi imposible, escuche que mi hija
de 11 años al mismo tiempo que aplaudía
me decía,: Vamos mama que pasa? Tu puedes… y yo todavía en mi mundo le
dije: no hija no es tan fácil, no es solo decir que puedo. Pero tadavia no
había entendido mucho cuando me dijo: Mama y que te lo impide? Jajaja allí reacioné,
mi hija me estaba Coachando y yo no me había dado cuenta, me estaba impulsando
a lograr aquello que en ese momento para mí era difícil porque estaba afectada
por la situación y quizás me estaba dejando llevar por mis propias creencias
limitantes.
Mas que asombrada estaba
maravillada y me preguntaba sola cuantas veces ella había escuchado en mí esa
frase, lo que me permitió determinar que si es posible coachar a nuestros hijos
y hasta le damos herramientas adicionales que le sirven para la vida.
Quien más para coacharte que una persona que conoce tus potencialidades y
cree en el poder de tu interior? Aquí voy a citar a Carla Coffiño, prestigiosa Coach Venezolana y miembro de la
Asociación Internacional de Coaching ( IAC ) cuando nos refiere que ser coach
es:
1.-Escuchar
2.-Observar
3.-hacer preguntas
4.- Acompañar
5.-Generar confianza
6.-Estar presente
7.- Disfrutar el logro
8.-Estudiar
9.-Aprender
10.- Crecer
Características todas, que están en los padres, por lo que una madre sin
conocer técnicas coach, escucha a sus hijos,
lo observa, le hace preguntas y eso lo saben hacer muy bien, lo acompaña,
lo impulsa a lograr sus metas, se alegra
con sus logros y está presente en cada situación de su vida, estudia, aprende y crece junto con él Esto es lo que yo llamo coachando desde el
amor, ese amor incondicional, que todo lo puede, que todo lo perdona, que todo
lo fortalece y ese no es más que el amor de Dios.
Y es que cuando involucramos el
amor de Dios en nuestro proceso coach, se genera una fuerza adicional que es la
fuerza de la Fé que todo lo puede en aquel que nos conforta, que nos fortalece,
que nos hace creer que las cosas imposibles son posibles y que nos da la
emoción necesaria para impulsarnos a creer cosas nuevas, a experimentar la vida
de una manera distinta, donde la alegría y la sonrisa son la mágica receta para
esparcir ese amor de Dios que es el aceite que afloja hasta la tuerca más oxidada que este
impidiendo nuestro crecimiento espiritual.
El amor de Dios nos da alegría, nos da fé, nos da fortaleza, nos hace
creer en lo posible, nos impulsa a
mejorar, nos llena el alma y una vez experimentado este amor tenemos que
compartirlo, hacerlo nuestro e incluirlo en nuestras vidas para obtener mejores
resultados como seres humanos.
Pensando en hacer este artículo me
tope con un cartel Coach de otro
prestigioso Coach Venezolano el cual resume claramente lo que intento de
explicar, por eso voy a citar a Emerson Ramirez cuando dice que es necesario involucrar
a Dios en nuestras vidas, poner actitud positiva, establecer metas y tomar
acciones que te lleven a esas metas para así obtener el éxito. Con esto Ramírez
nos está dando 4 ingredientes para
alcanzar el éxito, donde el primero es Dios que es Amor como lo dice el capitulo 4, versículo 8 de la primera carta de juan
DIOS + ACTITUD + METAS + ACIONES
= EXITO
Entonces pienso, que si es posible coachar a
nuestros hijos, familiares y amigos, desde el amor. Quizás otra técnica que se
suma a las muchas que ya existen. Técnica que no es aplicable a empresas, ni a
otros sujetos coachables, porque es una técnica
sin formatos, sin cuadrantes, sin recetas pre-establecidas, más que el amor de
Dios que transforma y cambia vidas del ser amado a través de nuestro amor.
Sencillamente excelente!! Me gustó mucho! (no porque me cites).
ResponderEliminarMe gustó porque coincides en muchas cosas en las que pienso. Nos enseñan que a la familia no se le coachea... pero siempre lo hacemos! indirectamente, sin preparación, de forma empírica, pero lo hacemos. Cuando lo hagamos de forma consciente, no lo avisemos! sólo hagámoslo.
Hace poco tuve una situación de conducta con mi hijo menor y el coaching me ayudó en un 1.000% con él! cambió! si lo haces con amor, con una meta y confiando que Dios está en control... todo sale bien. Hay que poner a pensar a los hijo con nuestro coaching, ellos son inteligentes para muchas cosas... hagamos que sean inteligentes en las decisiones que toman.
Un beso!!! gracias y sigamos construyendo juntos.
Emerson, Gracias por tu opinión, creo estamos en armonía en muchos conceptos que salen de lo tradicional, pero justo alli debe estar nuestro aporte. Creéme, he tenido experiencias enriquecedoras coachando desde el Amor de Dios. Los hijos son nuestro mejor reto, hagamos de ellos niños exitosos y luego disfrutemos como hijos triunfadores. Graciás, Un fuerte Abrazo. Sigamos dando nuestro aporte
EliminarBendiciones. Excelente artículo.
ResponderEliminarMuchas Gracias por su apreciación. Saludos
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