sábado, 28 de febrero de 2015

¿Qué semillas estas sembrando en la Sociedad? Que Acciones te Caracterizan?



La Cosecha será buena si la semilla que siembras es buena. No en vano dijo el maestro en tiempos muy remotos: “Por sus frutos los conoceréis” (Mateo,7,15-20). Y es que a veces nos preocupamos tanto por el resultado y por lo que queremos, que olvidamos que el producto final, la meta, el éxito y el logro de eso que queremos se construye con nuestras acciones diarias, con nuestras pasos certeros, con el enfoque de nuestras actividades, en fin con lo que creemos, pensamos y hacemos a diario, día a día, noche a noche, semana a semana, mes a mes y año a año. 

Eso  será la cosecha que recogeremos, esa será la semilla que iremos sembrando en nuestras vidas, en nuestros hijos, familiares y en nuestra sociedad. Así se construye un país, con acciones que generen fuerza a los ciudadanos para continuar luchando por el desarrollo de nuestro País. Cada quien en su ambiente, en su familia en su trabajo en sus actividades lúdicas y con todas aquellas personas con quien compartimos.
A veces queremos que el país cambie, que nuestro jefe cambie, que nuestros hijos cambien y no nos damos cuenta que todo eso cambiará cuando comencemos a cambiar nosotros mismos.  Pensamos que los hijos rebeldes no tienen remedio y nos enfrentamos y nos imponemos a la fuerza  sin darnos cuenta que estamos colaborando a que su rebeldía crezca. Creemos que nuestro jefe nos trata mal porque es un amargado y nos tiene rabia y lejos de sonreír le volteamos  los ojos y perdemos el tiempo de trabajo  hablando mal de todo, en vez de cambiar nuestra actitud. 

Queremos que nuestro país sea el mejor, pero nos da flojera trabajar y solo hablamos que nada sirve, que antes todo era mejor, pero no hacemos nada para que nuestro presente se construya con acciones que nos impulsen al éxito. Nos conectamos en emociones negativas que sólo los perdedores asumen y olvidamos que somos fuente de agua viva con la que regamos nuestra plantación. Si nuestra semilla es buena y la regamos con agua limpia y le quitamos las malas hierbas que puedan enfermar a nuestras plantas nos estaremos asegurando de que nuestra cosecha será buena y abundante y estaremos recogiendo frutos durante toda nuestra vida, producto de nuestra buena siembra, de nuestro cuido y de nuestra dedicación y esfuerzo diario. 

La Buena semilla son todas aquellas acciones diarias que hacemos producto de nuestra sabiduría humana que es el arte del buen vivir o el vivir en armonía con nuestros valores, puestos al servicio de las personas que nos rodean, de los próximos, es decir de nuestro prójimo. Pero para que la semilla no muera hay que regarla y hacerlo con la mejor agua  con que dispongamos, agua limpia y cristalina que es todo aquello que leemos, que escuchamos, que compartimos, con lo que llenamos nuestro espíritu y alimentamos nuestra alma. Esto son los buenos libros, las canciones potenciadoras, las buenas compañías que nos impulsan al éxito, una buena conversación con las personas que sabemos nos aprecian e incluso, una oración que es ese dialogo íntimo y personal que hacemos con nuestro ser superior, sin importar la religión que profesemos. Esa es la fuente de amor que nutre nuestra alma y la hace diferente. Todas estas acciones nos potencian y nos hacen sonreír cuando todos están tristes, por eso es el amor la respuesta para nuestros hijos rebeldes, para nuestro jefe gruñón y para todas aquellas personas que nos rodean.

Pero no basta con eso, también es necesario quitar la mala hierba que hace que nuestra plantación se enferme y  no produzca la cosecha esperada, eso son todas aquellas personas que nos restan energía, los pesimistas, los que nunca están conformes con la vida, aquellos que no creen en nosotros, incluso no creen en ellos mismos, esas personas que nos roban los sueños porque tampoco saben que pueden soñar, los que se burlan cuando decimos que queremos cambiar, los que no creen en las cosas buenas, incluso no creen en la fuente inagotable del Amor. Estos son peores que los libros poco potenciadores  y la música poco estimulante que a veces imnunda nuestra radio. 

 Nadie puede dar lo que no tiene, por eso el llamado es a sembrar buena semilla, que son todas las acciones que hacemos,  a regarla con la mejor agua  que es todo con lo que cultivamos y alimentamos nuestro espíritu teniendo como la mejor energía para el cultivo el Amor que es la emoción positiva por excelencia, que nos da alegría, que nos da emoción, que nos impulsa a cambiar y que nos hace feliz. Los frutos serán la alegría, el logro, el éxito, la sonrisa, la amistad sincera, el apoyo incondicional de la familia, el aprecio de los amigos, la buena energía de las personas que vamos tocando con nuestro encuentro  e irán llegando bendiciones insospechadas producto de nuestras acciones.


Así como el mejor agricultor recogeremos la mejor cosecha, pues éste sabe que cuando la semilla es buena solo se tiene que preocupar por regarla y  cultivarla, pues sabe que la garantía está en la siembra, haciendo sabias las palabras del maestro cuando dijo: “ Por sus frutos los reconoceréis.”  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Enlaces de interes

Centro Latinoamericano de la Voz http://celavoz.com/